EL SUR TAMBIÉN EXISTE

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Noticia 24 de noviembre 2021

El Dr. Carlos Silva destaca la editorial de Dr. Rodrigo Salinas Ríos en la prestigiosa revista British Medical Journal (BMJ) Evidence-Based Medicine donde comenta la decisión de la FDA de junio del 2021 de aprobar el anticuerpo monoclonal aducanumab para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer a través de una “aprobación acelerada”.

“(...) pero aquí abajo, abajo, cada uno en su escondite, hay hombres y mujeres, que saben a qué asirse, aprovechando el sol, y también los eclipses, apartando lo inútil y usando lo que sirve, con su fe veterana, el Sur también existe”.
(Mario Benedetti, escritor y poeta uruguayo, 1920-2009).

Me genera un gran orgullo que un distinguido miembro de la SONEPSYN, el Dr. Rodrigo Salinas Ríos, publique una editorial en la prestigiosa revista British Medical Journal (BMJ) Evidence-Based Medicine.
(Salinas RA. Aducanumab for Alzheimer's disease: expediting approval and delaying science. BMJ Evid Based Med. 2021 Jul 14: bmjebm-2021-111765. doi: 10.1136/bmjebm-2021-111765. Epub ahead of print. PMID: 34261765).

El Dr. Salinas comenta la decisión de la FDA de junio del 2021 de aprobar el anticuerpo monoclonal aducanumab para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer a través de una “aprobación acelerada”.

La FDA dispone de este para fármacos innovadores que, ya sea potencialmente salvan vidas, o están destinados a enfermedades incurables sin tratamiento disponible. Este mecanismo reduce los estándares de la rigurosidad metodológica de los estudios que confirman la efectividad de la terapia.

Estos criterios pueden comprenderse en un quehacer médico en el cual confluye la evidencia científica con una interacción más humana de compasión y empatía  hacia el enfermo y su familia. Una mirada que busca confortar entregando esperanza. Cuando exponemos los datos científicos somos frecuentemente criticados con un argumento no racional al señalar la frase cliché: “Y si fuera uno de mis padres, un hijo o yo enfrentados a una dolencia de estas características”. Debo confesar que no soy un defensor acérrimo de la Medicina Basada en Evidencia. Que el conocimiento se genere de la experiencia (Hume) me parece consistente. Aun así, la identificación kantiana de la autonomía con la pura racionalidad resulta en un pensamiento equivocado (Lindley). Qué decir de las matemáticas avanzadas y teoría de probabilidades, y su consecuente cuestionamiento a los modelos estadísticos que asumimos como una “verdad absoluta”.

En su editorial el Dr. Salinas expone: “Diez de los once expertos en el panel convocado por la FDA para analizar la eficacia y seguridad del aducanumab creían que no era "razonable" considerar la investigación presentada a ellos como "evidencia primaria de eficacia del aducanumab para el tratamiento de enfermedad de Alzheimer”, exponiendo así a los paciente a fármacos costosos de dudosa eficacia. Solo un miembro consideró la evidencia como “incierta”. A pesar de lo anterior, la FDA decidió aprobar el medicamento. El Dr. Salinas desarrolla una crítica acertada y experta a los estudios que “validan” la eficacia de este tratamiento. Sin embargo, el punto más importante es su asertivo análisis de cómo la FDA influye en políticas de la salud pública de los países del sur de la línea ecuatorial.

¿Se justifica que un sistema de salud con pocos recursos financie US$ 56.000 por cada paciente, sobre todo en una población en la cual su envejecimiento alcanza los índices de países desarrollados?
Recientemente el INSTITUTE FOR CLINICAL AND ECONOMIC REVIEW (ICER) dio a conocer sus directrices frente al aducanumab, enfocadas a las presiones y estrategias de la industria farmacéutica, “inteligentemente” dirigidas a las asociaciones de pacientes y familiares que agrupan a una determinada patología y el poder que pueden ejercer sobre quienes toman las decisiones en la salud pública. En esencia, la ICER recomienda el real acceso, con precios “razonables” a los sistemas de salud frente a tan onerosos fármacos. Además, preconiza una más robusta discusión de los potenciales efectos secundarios y “efectividad” del fármaco. Asimismo, recomienda que los seguros de salud deben implementar políticas más rigurosas para dar cobertura a fármacos innovadores, pero con altísimos costos y de eficacia discutible. ¿Qué sistema sanitario sería capaz de resistir estos precios cada vez mayores?

Finalmente, extrapolando lo expresado por el Dr. Salinas, no se limita solo a este fármaco. Ejemplos rebosan.

Rodrigo, gracias por mostrar que “el Sur también existe”, aun de mi perspectiva, un crítico, en muchos aspectos, de la Medicina Basada en la Evidencia.

Por Dr. Carlos Silva Rosas
Neurólogo Hospital Clínico de la Universidad de Chile