DR. FREDDY AYACH NUÑEZ RECIBIÓ LA MEDALLA DOCTOR HARVEY CUSHING 2022

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Noticia 12 de diciembre 2022

El viernes 11 de noviembre, en el marco de nuestro LXXVII Congreso SONEPSYN, se realizó la ceremonia de homenaje para profesionales destacados, en la que el Dr. Freddy Ayach Núñez recibió la Medalla Doctor Harvey Cushing 2022, en reconocimiento a la excelencia en el ejercicio de la Neurocirugía.

A continuación, presentamos extractos de una semblanza sobre el Dr. Ayach, escrita por el Dr. David Rojas:

Don Freddy es el menor de 5 hermanos, nacido en el seno de una familia de agricultores y comerciantes de origen palestino, viviendo su infancia en Las Cabras y posteriormente estudiando interno en San Vicente de Tagua Tagua, en el Colegio de la Congregación Barnabita.

Desde pequeño se le inculcó la importancia del esfuerzo y a levantarse temprano, costumbres que lo acompañan hasta ahora. Su padre lo alentó a ser médico. Estudió Medicina en la Universidad de Concepción. Ahí, conoció a su compadre Carlos Grant (QEPD), Gonzalo Klassen y W. Feurhake. Éste último es quién le presenta a la estudiante de Enfermería Mercedes Flores, con quién se casaría posteriormente.

Al terminar Medicina y se fue como General de Zona a Arauco. Llegado ahí, a los 6 meses, le solicitan asumir la dirección del hospital, lo que le permite ejercer la Medicina y administrar la pobreza de un hospital rural, mejorando muchas de las labores clínicas que se realizaban. Esto le permitió vivir de cerca el lado más humano de la Medicina; conocía cada casa del pueblo y sus habitantes.

Realizó una serie de actividades de extensión: le enseño a nadar a los pescadores, hizo intercambio y los llevó a conocer el campo en Las Cabras, y trajo a los campesinos de aquella localidad para que conocieran el mar en Arauco. Su esposa Mercedes ayudaba a conseguir ropa para los pacientes y ensañaba cómo hacer juguetes para los niños de escasos recursos.

A los 6 años, decidió postular a una subespecialidad quirúrgica; Mercedes le regaló un libro de introducción a la Neurocirugía, se interesa, y postula al Instituto de Neurocirugía. Abandona Arauco después de cuatro despedidas de los parroquianos y mantiene un vínculo estrecho hasta la actualidad con el pueblo.

Realizó su postbeca en el Servicio de Neurocirugía del Hospital Henri Mondor en París. Ahí se familiarizó con las técnicas de estereotaxia, descompresiva vascular del trigémino, cirugía de los tumores medulares, entre otras, de las cuales posteriormente se transformaría en referente. Para él y su Sra., esta fue una experiencia marcadora, tanto del punto de vista profesional, como de crecimiento familiar y calidad de vida.

Don Freddy ha sido alguien ejemplar, dedicado incondicionalmente a sus pacientes y al hospital. Pragmático por naturaleza, detesta perder el tiempo y que el resto lo pierda; facilitador, hace todo lo posible por sacar el trabajo adelante, y esto se lo ha transmitido a muchas generaciones de residentes. Voluntarioso hasta decir basta, siempre está disponible. Falta un médico, él cubre el policlínico. Hay recetas y licencias pendientes, él las hace. No hay cirujano para operar en la tarde, él se queda a operar. Llega al hospital antes de las 7 de la mañana, y frecuentemente pasa visita a los pacientes del servicio los fines de semanas y festivos. No es su obligación, pero lo hace con un alto sentido del deber, al ser responsable de cerca de 70 pacientes hospitalizados, y sin exigir nada a cambio.

Malo para delegar desde las cosas más importantes, hasta las labores más triviales, él las asume sin condiciones. Jamás lo he visto quejarse de las condiciones de trabajo, ni menos de su sueldo. Desde el punto de vista profesional, es de los pocos neurocirujanos versátiles que va quedando, ya que se desempeña con holgura en un amplio abanico de cirugías. Bajo todas las métricas, es por lejos el neurocirujano que más policlínico atiende, y más cirugías hace en el hospital. Para ser un buen cirujano se requiere tener una justa combinación de conocimiento, habilidad y juicio; quizás don Freddy no es el que más sabe, ni el más hábil, pero es de los con más juicio que conozco.

Cercano a sus colegas, colaboradores y pacientes, tiene un tono de voz apatronado y a veces intimidante, pero una actitud humilde. No duda en pedir ayuda y opiniones si piensa que eso es lo mejor para el paciente. Y eso los pacientes lo agradecen. Ejerce un liderazgo de estadista, más que de profeta y, debido a estas cualidades, es respetado por todos los estamentos del hospital, desde la Dirección hacia abajo. Su bonhomía lo hace vulnerable a que se aprovechen de él. Muchas veces le he hecho ver que, incluso “Don Vito Corleone”, el Padrino, tuvo que mandar a cortarle la cabeza al caballo en su momento, pero él solo se ríe y mueve la cabeza. Sin embargo, estos atributos tienen una faceta negativa: ¿qué va a pasar cuando el decida jubilarse? Va a costar mucho encontrar a alguien dispuesto a realizar todo lo que realiza y, sin duda, va a ser una situación de crisis de la que nos va a costar adaptarnos.

Desde el punto de vista personal, es alguien muy sociable, bueno para asistir a los funerales de conocidos. Fundador del Club de Alguaciles de Arauco e Hijo ilustre de Las Cabras, título obtenido al haber operado a casi todos los habitantes de la ciudad.

Muy cercano a sus hijos Ignacio y Freddy, junto con su esposa y compañera Mercedes, disfruta su tiempo libre en su casa de Arauco, la que visita regularmente, y donde es aficionado a la pesca (sin resultados demostrables). Católico observante, le tocó participar en el proceso de canonización del Padre Hurtado en Roma, hecho que lo marcó profundamente.

Alguien dijo por ahí que la vida es una novela que todos sabemos cómo termina… así que lo más importante no es como acaba nuestra historia, sino como vamos llenando las páginas. Y nuestro homenajeado las ha llenado ejemplarmente. Dr. Ayach, en nombre de SONEPSYN y el Instituto de Neurocirugía, lo felicitamos por este reconocimiento.