Distinción entre muerte cerebral y anencefalia

En relación a conceptos médicos vertidos recientemente en el marco de los debates que precedieron la elección presidencial, estimamos necesario hacer precisiones que permitan informar correctamente a la población en una materia sensible vinculada a la donación de órganos.

El estado de muerte cerebral y la anencefalia son dos condiciones esencialmente diferentes.

La muerte cerebral implica un estado en que existe una muerte por daño irreversible de todo el encéfalo, incluyendo el tronco encefálico lugar  donde se localiza el centro respiratorio. Es en esta circunstancia donde corresponde proponer la donación de órganos.

La anencefalia, en cambio, es una malformación congénita del sistema nervioso en que existe una falta de desarrollo o destrucción irreversible,  pero  sólo de los hemisferios cerebrales, respetando el tronco encefálico lugar donde se encuentra el centro que mantiene la respiración espontánea.

Por este motivo existe la posibilidad de que el recién nacido anencefálico, a pesar de su lesión,  pueda transitoriamente presentar movimientos respiratorios en forma espontánea, lo que no ocurre en el estado de muerte cerebral.

Tomar en cuenta esta distinción tiene implicancias éticas particularmente relevantes para la donación de órganos. 

Creemos muy importante precisar estas condiciones para que nuestra población decida documentadamente  toda vez que se presenta la posibilidad de donar los órganos  cuando se ha certificado el estado de muerte cerebral. 

   
Dr. Fernando Novoa ; Director Comité Ética de Sociedad de Neurología Psiquiatría y Neurocirugía de Chile ; SONEPSYN Dr. José Luis Castillo; Presidente de SONEPSYN.